El término de ciudad inteligente, también conocido como Smart City, se apodera de las grandes ciudades del mundo. Es una tendencia global que se está tratando de aplicar en las comunidades para mejorar sustancialmente la calidad de vida del ciudadano a través del uso de las tecnologías.
Según la definición de Wikipedia, una ciudad inteligente se basa en el desempeño urbano que no sólo depende de la infraestructura de la ciudad, sino también otros factores como la disponibilidad, calidad de la comunicación y la infraestructura social de forma que se cree una gran correlación entre el crecimiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el capital social y el medio ambiente.
El eje fundamental de una Smart City gira en torno a tener una economía inteligente, vialidad inteligente, población inteligente, vida inteligente y finalmente un gobierno inteligente. Estos ejes se encuentran conectados con las teorías de urbanismo y desarrollo, que logran brindar una alta calidad de vida, con un buen uso de los recursos naturales y un gobierno participativo.
Existen muchas iniciativas de desarrollo inteligente alrededor del mundo. Ciudades como Amsterdam, El Cairo, Dubai, Málaga, Singapur, París, Londres, Songdo entre otras; se han destacado con sus proyectos ecológicos, turísticos o de infraestructura para desarrollarse dicho entorno inteligente. Sus características, organización y programas de desarrollo son distintos, sin embargo todos están enfocados en convertirse en una Smart City.
Hablando en términos generales, hay varias características que tienen en común las distintas ciudades, por lo que se puede englobar en tres tópicos principales.
1. Desarrollo de la infraestructura
Se enfoca en crear una excelente infraestructura para mejorar la economía, la política, el desarrollo cultural, social y urbano. Busca crear eficientes canales de comunicación donde los servicios empresariales, de vivienda, ocio, estilo de vida y telecomunicaciones estén muy bien conectados: Merece mención especial la existencia de iniciativas de Smart City orientadas a la creación de infraestructuras experimentales de investigación para el avance en temáticas asociadas a las tecnologías relacionadas con la Internet del Futuro y sus aplicaciones. Se emplean altas tecnologías y creatividad pensando en el crecimiento y evolución urbana, orientada hacia la globalización para garantizar el éxito de la ciudad.
2. Estrategias para crear un entorno competitivo
Las ciudades inteligentes crean estrategias para aumentar la prosperidad local y la competitividad del sector a través del uso de la TIC para la expansión urbana, con una previa planificación. Facilitan el entorno para el desarrollo de nuevos negocios, lo que se traduciría en un alto desempeño socio-económico:“Con respecto a las empresas o el Gobierno, la economía es el componente clave en el desarrollo de ciudades inteligentes. No tiene sentido desarrollar una "ciudad inteligente" que ignore los fundamentos empresariales. La comunidad enfoca su trabajo en la innovación con el uso de las tecnologías, creando redes que potencie el éxito.
3. Ciudades inclusivas y sostenibles
Existe una alta relación entre el papel que desempeña el capital social y el desarrollo urbano. El término de ciudad inteligente se adopta cuando la comunidad haya aprendido a crecer intelectualmente, y adaptarse a su entorno e innovar.
Su principal objetivo es la inclusión social a los servicios públicos, tal como ocurre en Southampton, una ciudad al sur de Inglaterra, en la que se usan las tarjetas inteligentes para bibliotecas, autobuses urbanos, colegios, hoteles, tiendas y otros servicios, de forma tal que integran a todos los ciudadanos en un único sistema informático de arquitectura abierta .
La sostenibilidad es también un componente estratégico fundamental de las ciudades inteligentes, pues ayuda a la integración de espacios para la participación y educar para crear hábitos de vida menos consumistas, como la eliminación de los combustibles en viviendas y centros de trabajo y un mix energético con energías renovables. Asimismo en el ámbito del medio ambiente, donde cada vez más los recursos son menos, su explotación debe garantizar el uso seguro y renovable del patrimonio natural.
Para el mundo es un reto, para los gobiernos más, pero es una tendencia que está llegando a todos los rincones, por la concientización de los recursos naturales y los grandes desarrollos tecnológicos que facilitan la vida cotidiana. Al respecto, Falconer, especialista en el desarrollo urbano, explicó que el mundo se está moviendo hacia las ciudades inteligentes porque la mejora de la calidad de vida debe ser primordial junto con la eficiencia. Una ciudad inteligente debe tener un propósito, traer beneficios a todos los niveles y su mayor desafío es la aplicación efectiva de todas las grandes soluciones y tecnologías disponibles. Comenta que los principales obstáculos para dicha aplicación tienden a ser los gobiernos, además de la falta de fondos para algunas ciudades.
Las ciudades inteligentes, un término relativamente nuevo, sin duda está causando revuelos en un mundo tan competitivo. Los gobiernos desafían sus canales tradicionales, y con innovación y tecnologías buscan facilitar y crear un entorno agradable para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.