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Historia Geológica de la Argentina



La parte emergida de la superficie terrestre de nuestro país, se apoya sobre dos macizos antiguos de rocas cristalinas que datan de tiempos precámbricos.  Ellos son el macizo de Brasilia al norte y el macizo patagónico al sur. Así el actual valle del río Colorado, el es el sitio en donde se encuentra aproximadamente, la unión entre ambos.
El actual territorio argentino ocupa solo el sector austral y occidental del macizo de Brasilia, ya que este último continúa en Brasil, Paraguay y Uruguay. También este forma el basamento de la llanura Chaco-pampeana y aflora en algunos sectores de las Sierras Pampeanas, Puna, Sierras de Tandilia e isla Martín García.  Sin lugar a dudas, que estos macizos a través de las eras geológicas se fracturaron, por lo que se puede decir que algunos bloques ascendieron y otros por el contrario, descendieron. Tal es así, que en su borde occidental, nuevas unidades estructurales se fueron uniendo. Esto tiene su propia explicación; y se debe a que la porción americana y oceánica de nuestro país se encuentra sobre la placa tectónica denominada “sudamericana”, que consecuentemente padece la acción desde el sector oeste de la placa de Nazca. A través de las eras geológicas esta última se introdujo lentamente sobre la placa sudamericana,  la cual se plegó y elevó los sedimentos acumulados en el borde occidental formando el área montañosa sobre la costa del Pacífico. Hay que tener en cuenta que esta área todavía continúa manifestada por los movimientos sísmicos y el vulcanismo. Y por eso se explica que a medida que avanzamos hacia el oeste, las montañas sean más jóvenes y más altas (es decir que no están tan erosionadas) y que la inestabilidad sea mayor.

En cambio, en el este, es decir en el macizo de Brasilia se observan relieves más antiguos, los cuales se van modificando por los efectos que suceden en el oeste y además por la erosión.

Entonces esta historia geológica, tiene sus inicios desde fines de la era Precámbrica, cuando fueron acumulándose en el borde occidental de la placa grandes cantidades de sedimentos continentales y también marinos. Posteriormente estos sedimentos fueron plegados y levantados a inicios del Paleozoico, en el llamado plegamiento caledónico, resultando del mismo la Precordillera de la Rioja, San Juan y Mendoza, y el sistema de Famatina. Sin embargo, no fue lo único que se formó en estos tiempos, sino que afines de este período, el plegamiento Hercínico o Varíscico dio lugar a una nueva orogenia: de las cuales se formaron la Cordillera Oriental y cordillera Frontal, afectando a su vez al Sistema Famatina y a la Precordillera.  La era Mesozoica se caracterizo por su respectiva calma y por los procesos de erosión y sedimentación producidos en las cordilleras anteriormente plegadas. Tal es así que sobre las partes hundidas del macizo de Brasilia el mar tuvo un ingreso ocasionando una sedimentación, la cual posteriormente formó parte del sustrato de las llanuras. Además en este período hubo ciclos eruptivos en grandes áreas con formaciones volcánicas, por ejemplo: en la Puna, Cordilleras Oriental y Frontal, Patagonia, meseta misionera en el este de la llanura chaco- paranaense. En esta era se pliegan también, el sistema de Ventania y los Patagónides. Por otra parte, la era cenozoica se divide en dos períodos: el terciario y cuaternario. El primero de ellos, es el que vivencia el plegamiento andino. La orogénesis de este movimiento fue de gran potencia, por los cuales se pliega y asciende las Sierras Subandinas, cordillera Principal, los Andes patagónicos-fueguinos y el sistema de Famatina. Sin embargo, este movimiento fue acompañado de grandes efusiones volcánicas. Su fuerza descomunal afectó también a las estructuras preexistentes, por lo que las fracturó y posteriormente reascendió: la Puna, Cordilleras Oriental y Frontal, Precordillera de la Rioja, San Juan y Mendoza, Tandilia, Ventania y Sierras Pampeanas.  En el segundo período de esta era, el cuaternario, los altos relieves sufren erosión, lo cual provee de materiales que formarán las futuras capas de sedimentos en las grandes llanuras, mientras que en el oeste continúan manifestándose en el relieve expresiones volcánicas e ígneas. Sumado a ello, se produjeron glaciaciones que afectaron a los Andes Patagónicos-fueguinos, ya que la cubierta de hielo originó valles anchos y chatos. Así, es como se alcanza la actual configuración del relieve de nuestro país; aunque algunos procesos todavía modelen en menor medida el mismo.