Dubái y Abu Dhabi se han convertido en sinónimo de grandes rascacielos, pompa y glamour, algo que hasta ahora no se logra encontrar en gran parte del resto del mundo árabe.
Estos, sin embargo, son solo dos de los siete territorios gobernados por emires que conforman los Emiratos Árabes Unidos.
¿Y los otros cinco? Marcus George, autor iraní residente en la región los investigó para la BBC.
Si miramos un mapa de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) vemos que es una mezcla confusa de territorios.
Sólo Abu Dhabi y Umm al Qaiwain son territorios coherentes. El resto está dividido, a veces de forma discontinua, en distintos emiratos, un legado de su pasado como protectorado de Reino Unido.
EAU surgió cuando se trazaron las fronteras para reflejar las agrupaciones y lealtades tribales.
Y aunque algunas de esas líneas limítrofes estuvieron en disputada en el pasado, hoy todo está tranquilo.
Los siete territorios están unidos en una federación -que en su mayoría está financiada por la enorme riqueza petrolera de Abu Dhabi-, pero las familias dirigentes promueven los sectores turísticos, comerciales, de contrucción e industriales de sus propios territorios para que continúen fluyendo los ingresos.
Es inevitable que a algunos les vaya mejor que a otros.
Umm al Qaiwain: el remanso de paz
Parece un lugar olvidado. Lejos de la carretera principal, la vida de esta esquina de los EAU avanza a paso lento.
Unos pocos vehículos navegan por calles cubiertas de agujeros.
La modernidad ha tratado de llegar hasta aquí: se puede ver una casa nueva o ciertos caminos en construcción, pero se ha tenido éxito limitado.
Este es Umm al Qaiwain, uno de los estados fundadores menos conocidos de los EAU.
Es un mundo muy alejado del glamour y pompa de Dubai.
Pero eso no significa que este lugar no tenga qué ofrecer.
Su hábitat natural contiene poblaciones de tortugas verdes y manglares y su ritmo apacible de vida refleja la forma de ser tradicional de un emirato.
"Es un valle adormecido. Un pueblo despreocupado", dice un inmigrante que eligió vivir aquí.
"Nadie lo conoce. Es un lugar que no ha sido descubierto".
Lo que le falta en infraestructura -no hay centros comerciales ni hoteles de cinco estrellas-, le sobra en encanto genuino y alquileres baratos. Aquí se puede arrendar por una tercera parte del precio de Dubái.
A pesar de cierto desarrollo urbano, Umm al Qaiwain sigue siendo básicamente el poblado pesquero que era hace décadas, cuando se contruían dhows (veleros árabes) en la playa.
En algún momento se planeó llevar a cabo grandes proyectos de construcción que darían un impulso a la economía y población local, pero la crisis crediticia de 2007-08 los detuvo.
En muchos aspectos, este sitio es similar a lo que los EAU eran antes de que se descubriera petróleo: desvencijado, subdesarrollado y comparativamente pobre.
Como tal, Umm al Qaiwain es quizás el ejemplo más claro de lo mucho que sigue siendo desconocido e inexplorado de los EAU para el mundo externo.
Ras al Khaimah: de la industria al turismo
Si viajamos hacia al norte de Umm al Qaiwain llegamos a Ras al Khaimah, o RAK. Igual que los otros emiratos, este tiene una costa dorada donde ahora se yerguen hoteles de lujo, un fenómeno relativamente nuevo.
El año pasado, se nombró a un "zar" del turismo para promover sus atractivos, que incluyen las montañas más altas de los EAU.
Pero aquí tampoco hay mucho de la opulencia que se ve en Dubái.
Antes de su ambicioso empuje en el turismo, RAK era conocido por su minería y su producción de roca y agregados, de los cuales continúa abasteciendo a buena parte de la región.
En días ventosos, una nube de polvo de las canteras de cemento sobrevuela el norte del emirato.
También existe una Zona de Libre Comercio de RAK que, en años recientes, ha atraído gran interés al describirse a sí misma como "una de las zonas de libre comercio que crecen más rápido y con mayor calidad precio en los EAU".
Allí se alojan, según su sitio web, 8.000 compañías.
Una multitud de trabajadores extranjeros se ha establecido en ese lugar para obtener licencias de comercio y alquilar oficinas amuebladas, más baratas que en Dubái o Abu Dhabi.
Fujairah: papel estratégico
Hace décadas, este era el principal destino de veraneo para los habitantes de los emiratos debido a su clima, que es unos grados más frío que el del resto.
Ahora se enorgullece de su importancia estratégica para el resto de los EAU ya que tiene acceso al Océano Índico.
Inicialmente Fujairah era un pequeño puerto que ofrecía combustible pesado para reabastecer a los petroleros, además de contrar con algunos hoteles y playas.
Ahora es uno de los mayores puertos de almacenamiento de productos relacionados con el petróleo en el mundo.
"Todo se trata del puerto", dice el veterano gerente general, el capitán Mousa Murad.
"En el futuro, estará entre los tres o cuatro principales puertos del mundo", dice confiado.
Su destino quedó sellado con la inauguración, en julio de 2012, de un oleoducto que lleva crudo desde los campos petroleros de Abu Dhabi hasta Fujairah, desde donde son exportados en barcos petroleros.
Esto evita la necesidad de transportar crudo a través del delicado Estrecho de Hormuz, lo cual es uno de los principales objetivos de los líderes de los EAU, que temen que un conflicto en la región clausure el canal y detenga el flujo de su sustento petrolero.
Se espera construir una nueva refinería en Fujairah para fines de 2016.
De algún modo, este lugar va en la dirección opuesta a RAK: de un hábitat natural idílico a una economía impulsada por la industria.
Sharjah: antigua gloria
El camino de regreso desde Fujairah pasa por Sharjah, el gran vecino de Dubái y en muchos aspectos su corazón latente.
Sharajh llegó a ser el más importante de los siete emiratos por su importancia como centro de comercio.
Son pocas las diferencias a ambos lados de la frontera entre estos territorios de no ser por su paisaje: los alrededores montañosos de Fujairah dan paso a las dunas más planas de Sharjah.
Con los alquileres al alza en Dubái, una proporción cada vez mayor de su fuerza laboral opta por vivir aquí y realizar el viaje diario al trabajo, lo que causa el colapso de las carreteras de Sharjah.
También parece ser la ciudad de la mecánica.
Sus áreas industriales cuentan con cementerios de automóviles, donde la trata de piezas de repuesto es un negocio importante.
También es el destino para los coches estadounidenses siniestrados que son vendidos como chatarra y enviados en contenedores de carga.
Al igual que otros emiratos, Sharjah, en el pasado basó su economía en la pesca, el buceo de perlas y el comercio.
Se forjó un papel central durante la era del protectorado británico desde 1820, cuando se convirtió en la sede del único representante político de Gran Bretaña en lo que entonces se denominaban los Estados de la Tregua.
Para 1932, Sharjah se pudo jactar de tener el primer aeropuerto de los Emiratos Árabes Unidos, Al Mahatta, donde hacían escala las aerolíneas británicas Imperial Airways en ruta a India desde Reino Unido.
Ahora es sede de instituciones educativas y culturales de los emiratos, entre ellas un museo dedicado a la civilización islámica, además de otros dedicados al arte y la ciencia.
Ajman: el hermano menor
Ajman, el más pequeño de todos los emiratos, se encuentra entre Sharjah y Umm al Qaiwain.
Con una superficie de unos 250 kilómetros cuadrados (95 millas cuadradas), es casi una ciudad-estado.
Al igual que RAK, su población creció gracias a su éxito para atraer empresas para instalarse en la zona franca de Ajman.
También tienen sede en este territorio la compañía naviera Arab Heavy Industries y el constructor de barcos, GulfCraft.
A pesar de que ofrece playas y un zoco local, la realidad es que poca gente se detiene a explorar Ajman, a menos que estén interesados en la compra de un yate de lujo.